EL INTERPRETE

La otra cara de África

 

       ÁFRICA, TIERRA DE BELLAZAS Y DOLOR. FRUSTRACIONES, HAMBRE, INMENSIDADES DE MONTANAS, TIERRAS, RÍOS, LEONES, RINOCERONTES, JIRAFAS, GACELAS, ELEFANTES, SELVAS Y DESIERTOS. UNA CATASTRÓFICA Colonización en nombre del dinero y de la religión.

 Esta tan complicada, desconocida, que nadie quiere mezclarse en sus affaires. Tierra de asesinatos, matanzas, enfermedades sin curras, cuna de la Sida y Ebola. Unas tierras distantes, místicas, pobladas de animales feroces y selvas vírgenes, tierra de diamantes, maderas finas y petróleo, lugares desconocidos, tierras que nadie quiere tocar. Pueblos dejados en analfabetismo, sin modernas medicinas, sin electricidad, agua, radio televisión e Internet. Tierras de esclavos. Tierras de gente hambrientos. Solo los países limítrofes al Mar Mediterráneo tienen algo de afinidad con la “Civilizada Europa”. El resto esta dejado a su suerte, triste y sin futuro.

 Solo superficialmente conocemos a África. Cientos de miles han desaparecido en Sudan solo hace meses atrás. Millones han muerto en Ruanda, no más de diez anos atrás, no en la sangrienta y total Segunda Guerra Mundial. Solo se sabe un poco de la matanza  étnica entre los tutti y humus, la misma nación, solo diferenciada artificialmente por el colonizados belga. Hay que ver Hotel Ruanda, pero estoy aquí escribiendo de otra película que tiene como sujeto África: El Interprete.

 Sobre el fondo de la plataforma política más alta del mundo,  la expresión más refinada y sofisticada de la diplomacia mundial, las Naciones Unidas, una intérprete de un idioma de un país oscuro y sin importancia de África oye una corta frase sobre el asesinato del “Profesor”. No se da cuenta de su implicación solo 24 horas mas tarde, cuando esta traduciendo el dialogo en el representante del EE.UU. y del país africano, en la cual los americanos quieren imponer su tesis que la democracia debe ser impuesta y las matanza terminar. El “profesor” era el actual líder y presidente del pías, un revolucionario antes, hoy un criminal y generador de un genocidio, que desea aparecer en la podium de las Naciones Unidas para transformarse en un mártir, como resultado de una muy orquestado intento de asesinato político y evitar un juicio político en la Alta Corte de Justicia de la Haya.

 No es el excelente papel de los dos actores principales,  Nicole Kidman y Sean Penn que casi durante toda la película están intentando, cada unos a su manera, están marcado de dolor y sufrimientos, intentando de curar sus frescas heridas sentimentales y familiares, el manejo profesional de la dirección  de Sydney Pollack, pero es el asunto en si,  la situación sin esperanza de los pueblos africanos, el dolor de la muerte en vano, de la vida consumida sin dejar algo detrás, sin construir algo, sin crear algo.

 En el trasfondo de la película de 128 minutos esta África, que duele, que tiene infinitas lágrimas, esta la muerte de familiares y amigos. Es el acto en si de la desaparición física de seres queridos y a veces de desconocidos, de los hechos de estar solo.

 El drama de los dos personajes que cada unos ha perdido a su familia inmediata en tragedia diferente esta presente. El interpreté esta intentando de convencer al agente del Servicio Secreto de la verdad y del peligro del intento asesinato. En solo nueve días casi se enamoran, buscando hacer desaparecer el dolor del otro. Al sus alrededores la muerte, las tragedias y el terrorismo esta presente.

 Pero sentí más la presencia del drama de ÁFRICA.  No pensando que a los mejor algo se va arreglar como la situación en Irak y Afganistán, pero sabiendo que nada se va arreglar, que todo quedare igual y que los sufrimientos seguirán adelante, en una tierra misteriosa y bella, llena de leyendas y sabiduría, cuna de la evolución del la especie humana, que no solo le ha dejado la espalda, pero que lo ha robado y lo ha sumergido en marginalidad, guerras sin fin y razón, sufrimientos y enfermedades sin curas.

 PS. Muchas de las escenas de la película están filmadas en la famosa sede la Naciones Unidades en la Segunda Avenida de New York, permiso que le fue denegado  a muchos otros directores, inclusive al famoso Hichkock, para su famoso filme North by Northeast.

 

 

 Publicada Mayo 2005 en  www.tucine.com

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