CIENCIA |
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EL RELOJ (THE CLOCK) |
Los últimos 16 minutos de la tragedia del trasbordador Columbia |
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THE LAST 16 MINUTES OF THE COLUMBIA SHUTTLE
Centro Espacial Kennedy. El anfiteatro, con cuatro líneas de sillas muy confortables, estaba full. Su capacidad es de unas 50-60 personas y destinado a los familiares de las tripulaciones, invitados especiales, prensa y miembros importantes de la administración civil y militar. En esta impecablemente bella y fría mañana de Primero de Febrero del 2003, la sala estaba repleta: los familiares de los seis tripulantes americanos y la familia del Col. Ilan Ramon, el miembro israelí de la tripulación de siete miembros del transportador espacial Colombia, estaban charlando cordialmente, esperando que Colombia aterrice, en una de las maniobras mas complicadas de la misión. Sin poder usar sus cohetes, envuelta en una bola de calor, sin comunicación con el centro de control, confiando solo en la computadora master a bordo, su destreza y su experiencia como pilotos, sin algún sistema de eyección en caso de peligros (eliminado debido al peso y al costo excesivo), los siete astronautas tiene sus vidas totalmente ligadas a la sobre vivencia de la nave. La nave, en este etapa de la misión se parece a un ladrillo con alas calentado a 2000 grados Celsius, que puede ser dirigido solo sus alerones y no con sus motores. Cualquier mínimo error del piloto se traduce en una errática trayectoria, fuera del control y la desintegración total de la nave. Aterrizar el trasbordador en pura ciencia de cohetes. El anfiteatro VIP tiene una gran ventana que da directo al lado derecho de la inmensa sala que alberga el Centro de Control Espacial Cape Cañaveral de la Base Espacial JFK en Florida. La única decoración de las blancas paredes es un reloj grande con su cuadrante blanco y letras negras, que arranca su labor desde el lanzamiento del transportador hasta que aterrice sobre la larga pista de 15.000 pies (mas de 5.000 metros) de longitud que corta la base en dos, de sur al norte. A las 08.52 todo estaba verde: los 4.000 censores de la nave no indicaban ninguna anomalía que podía retrasar el aterrizaje de Columbia. Todo estaba preparado para otra maniobra de rutina. En esta bella y tranquila mañana el reloj indica -16 minutos. Todo este publico estaba excitado, feliz y sonriente porque en 16 minutos la nave, la misión mas pesada del programa espacial, debido a los muchos experimentos que los astronautas hicieron a su bordo durante dieciséis días en el espacio, a mas de 250 kilómetros sobre la tierra, debía aterrizar. Sus seres queridos regresarían a la casa y a la gloria. A -18 minutos Columbia intenta de recuperar su actitud de entrada. Frente a una subida brusca de temperatura y creciente residencia al aire sobre el ala izquierda, su computadora a bordo intenta desesperadamente recuperar la posición de la nave, con cortos encendidos de los cohetes de posición, subiendo el ala derecha sobre la izquierda. Es posible que los siete tripulantes solo hayan tenido el tiempo de admirar la alta atmósfera terrestre que no pudieron ver en el lanzamiento. A lo mejor varios censores le informaron de una subida de temperatura en el ala izquierda. Comunicación a Florida la situación y desde el Centro le respondieron, simplemente aceptando la situación: sin poder hacer nada y casi intuyendo cual será el final. Murieron tranquilamente, en un solo instante, sin que su cerebro tuviera el tiempo necesario en reaccionar de alguna manera al impulso nervioso de la bola de fuego que envolvió la nave. La tripulación, en su mayoría, era novata en los vuelos espaciales. A lo mejor pensaron que esta es la manera natural de reentrar en la atmósfera terrestre. La ultima lectura del black box, que graba todas las maniobras y conversaciones a bordo, fue el intento del piloto de desenganchar el piloto automático y la computadora principal, es posible, en un esfuerzo desesperado de volar la nave manual. Los cuatro tripulantes de la cabina de arriba y los tres de la cabina de abajo se dieron cuenta de inmediato que la maniobra no ha tenido éxito. Las comunicaciones se pierden a -15 minutos. La gran nave de 90 toneladas desaparece de los radares a -14minutos. A -10 minutos, alguien llama al Centro de Control de Florida, informando de largas y blancas rayas que pintaron el cielo perfectamente azul de una mañana que debía ser rutinaria. El Columbia se estaba desintegrando en un magnifico fuego real. ... Todo pasa tranquilo en esta sala de espera… -16, -15, -14, -13, -12, -10,- 9, -8,-7, -6, -5, -4, -3, -2, -1, 0 (¿y la nave?). Un calmo nerviosismo empieza dominar a la gente. Todos piensan en un pequeño problema de tiempo y confían plenamente en el profesionalismo de la Agencia Espacial. …….+1, +2, +3, +4, +5, +6,……el reloj que debía pararse en 0 con el aterrizaje de la nave, sigue en su impersonal marcaje del tiempo. +7…. El Director de Vuelo (Flight Director) ordena el centro cerrado a +13 minutos, para preservar las pruebas. Guardias armados están apostados a las entradas. Un representante de la NASA entra en la sala, con una figura muy seria y recomienda a todos los presentes a seguirlo: debido a una emergencia al bordo del transportador, los familiares serán desalojados de la sala de espera VIP y reubicados dentro de la base. Una cortina negra lentamente cierra el paso visual a la sala de control, que muestra una actividad febril y muy nerviosa. El contacto de estos seres con la sala de control esta terminado. Cuando el último salio de la sala, ya la cortina tapaba toda la vista al centro. Anticipaban una emergencia debido que varios instantes antes de minuto -16, no tenían lecturas de los censores de temperatura del ala izquierda. NASA perdió el contacto audio con la Columbia, STS 107, a las 09.00 AM, Eastern Time (EST), hora local de Florida. Los únicos records que seguirán funcionando fueron la trayectoria sin terminar y varios datos telemétricos, que uno tras otro, quedaron en cero. El medico, en la última consola a la izquierda, de la segunda fila, que controla la situación corporal y los signos vitales de cada astronauta a bordo, tiene su pantalla en blanco. Misión 107 de la NASA. Volando a 203.000 pies de altura, la gran nave, insignia de la flota, se desintegraba al contacto con las capas altas de la atmósfera terrestre. Sobre el mismo cielo azul del estado de Texas, orientada perpendicular hacia la pista de aterrizaje (de este a oeste) en Florida, la nave que ha alcanzando una velocidad de entrada de más de 12.500 millas por hora (Mach18, seis veces la velocidad del sonido), deja una fina raya de condensación en el cielo. Varias cámaras de televisión graban el evento, ya como una banalidad, solo para un record histórico, que a lo mejor, nunca se va necesitar. Pero en este caso, si será un archivo histórico de mucho valor. En el momento que el reloj de la sala de espera VIP de Florida marcaba -16 minutos hasta aterrizaje, algo tremendamente trágico e irreparable paso: el punto incandescente, que es la nave, que en su armadura de cerámica extra-refractaria (fibra cerámica), sostiene una temperatura de unos 2.000 grados Celsius, se desintegra. Primero un fragmento de desprende del núcleo. Después una nueva raya de humo y condensación se une a la inicial. En cuestión de dos segundos los observadores anotan siete fragmentos mas, cada uno incandescente, con su propia cola de condensación y humo. Es como la nave se trasformo en una cometa que ilumina ya una tranquila mañana de sábado en el mas grande estado de América. La gente de varios condados Tejanos, en los micrófonos de las agencias de noticias, cuenta oír ruidos en el cielo como las de los tornados del verano. En pocos minutos que queda en el cielo azul liviano, son las tiras amarillas de la condensación atmosférica y el humo. El condado de Nacogdoches en Texas, y otros de Louisiana, mas de 500 millas cuadradas, están inundados de fragmentos de la nave, muy calientes y altamente contaminados con los fluidos hidráulicos (hydrazine), restos de combustible de cohete y otros materiales. El Presidente Bush, de descanso y como anfitrión del Primer Ministro ingles Blair, de visita en Camp David, para analizar la situación de Irak, es informado por el Jefe de Personal de la Casa Blanca. En cuestión de minutos se excusa de su visitante y viaja en su Air Force 1 hacia Washington. En Jerusalén son las dos de la mañana. El reciente ganador de una reñida contienda electoral, el Primer Ministro de Israel Ariel Sharon, estaba, junto con varios amigos íntimos, sentados alrededor de una mesa redonda, en trajes casuales, siguiendo los informes. Cuando el reloj de Florida indicaba -16 minutos, todos hablaban del nuevo héroe israelí, el coronel Ilan Ramon, la única verdaderamente buena noticia. Nacido en Tel Aviv, de una familia de emigrantes europeos que pasaron por los campos de concentración de Hitler, es el símbolo de esta nación. Dos anos de una nueva Intifada Palestina, con cientos de victimas de ambos lados, recesión económica, problemas sociales, terrorismo internacional, antisemitismo, elecciones, la próxima guerra contra Irak, eran solo malas noticias para el público y pueblo israelí. Ilan Ramon a -16 minutos de aterrizaje, era la única buena noticia, the real piece of good news, para un país en guerra, que lucha por su libertad y una digna posición entre las naciones. A +6 minutos todo se trasforma en tragedia de dimensiones planetarias. Seis americanos llenos de esperanza, profesionales en sus campos de actividad y un condecorado coronel de la Fuerza Aérea de Israel, que participo en la Guerra de Iom Kipur de 1973, en la Guerra de Líbano de 1982, en la famosa misión a Irak que destrozó el reactor atómico de Osirak y que desde 1996 se entrenaba con las tripulaciones de la Nasa, el primer astronauta israelí, son solo un sueno, recuerdos y humo en el cielo azul de Texas. Se perdieron siete vidas humanas. 80 experimentos científicos. Una preciosa nave. El programa espacial con humanos será parado por uno a dos anos. Solo tres trasbordadores quedan en el servicio activo. La construcción de la Estación Internacional, que utiliza los trasbordadores americanos como camiones de carga de los materiales y autobuses de trasporte de personal a bordo, será gravemente retardada. Los viajes espaciales son peligrosos; lanzarte en una nave que más bien es un cohete, lleno de las dos sustancias más inestables de la galaxia, oxigeno e hidrogeno, esta al límite de la locura. Pero gracias a estos “locos” llenos de imaginación, profesionalismo y coraje, la humanidad puede empujar los límites del conocimiento. Paz a sus restos y que su memoria sea eterna (ZL)…… ……………………… A un costo de 2.000 millones de dólares, Columbia fue lanzada en el 1981. su vida útil fue estimada en 100 misiones. Esta era numero 28. La más pesada de todas las naves, con 90 toneladas, era la única sin el doking system, el sistema de acoplamiento con la Estación Internacional, el único chanse de los astronautas de sobrevivir en el espacio, si la nave es averiada durante en despegue y no pueden regresar (los astronautas se pueden quedar en la estación hasta que otra trasbordador seguro los pueden regresar a tierra). La NASA consideraba retirarla en el 2001, pero les dio un go ahead para unas misiones más. Durante el 2000 y 2001 sus reparaciones costaron 90 millones de dólares. Durante el lanzamiento del STS 107, dieciséis días atrás, en la posición invertida de la nave, un pedazo del foam, el material que cubre el inmenso tanque naranja de oxigeno e hidrogeno, junto con hielo que se forma en su tope, golpearon la parte anterior de la ala izquierda, en una zona súper vital de la nave. Debido a las altas temperaturas, esta zona (wing leading edge) tiene una cubierta con una sustancia carbón-carbón, extremadamente resistente a altas temperatura. Es posible que la ala izquierda perdió sus censores de temperatura del liquido hidráulico, la presión en los cauchos de la ruedas y el cubrimiento de carbón-carbón fueran dañados. Los especialistas de la NASA concluyeron que el daño era menor y que se pudiera aterrizar con el. De toda manera, los astronautas no tenían ni los trajes para salir inspeccionar los danos, ni la herramientas para sus reparaciones. Es posible que el metal fatigue podía jugar un rol en la gran tragedia. Esta zona, junto con la compuerta del tren de aterrizaje es un Tendón de Aquiles de la gran nave: alberga y proteja circuitos eléctricos vitales y censores de mucha importancia. Es suficiente que la protección térmica se desprende y que en la fase inicial del regreso, las altas temperaturas provoca el efecto de un soplete de acetileno de 2.000 grados Celsius, que simplemente puede explotar la nave. Es la razón de la subida repentina en la temperatura interna de la cabina (unos 60 grados Celsius más) y del viraje sobre el ala izquierda. Solo segundos mas tarde, se perdió el control (que de todas manera es muy frágil) y Columbia se desintegro y se trasformo en un cometa sobre el cielo matutino de Texas. La causa del accidente fue el sobre calentamiento del ala izquierda que condujo a la explosión de la nave. El escudo térmico de la ala fue destrozado en el despegue / asenso, en el choque con materiales que se despegaron del tanque principal y destrozaron el escudo térmico. En misiones anteriores, NASA re-orbito un satélite espía para tomar fotos de una parte golpeada de otros trasbordador, por los mismo depósitos de hielo que se desprendieron del tanque de combustible durante el despegue. En la situación pasada, también como en esta, el análisis fue que los golpes no eran vitales y que la misión podía continuar sin medidas especiales. El lector debe pensar que las cosas que estas siete personas han visto y sentido, su entrenamiento, su atención, el contacto con tanta otra gente muy talentosa, solo un puñado de humanos, a través de la historia milenaria del planeta, han percibido. ¿Es esto el precio de los viajes estelares? Seguro que NO. PS. El accidente del otros trasbordador americano, Challanger, ocurrió en la misma semana de enero, 18 anos atrás. Hedi Enghelberg Comentarista www.enghelberg.com | hedi@enghelberg.com Carta de condolencias enviada a NASA Dear Sir,
We are leaving a great tragedy with the loss of 7 astronauts on board of Columbia, of the space craft and of the payload. This loss cannot stop you from doing so many good things so important for humanity. Accidents happen and will happen in the future. Nobody and no system invented or yet to be invented will prevent them. Is a very hazardous business out there. This is the only way to learn.
As a way to pay tribute to the surviving families and the NASA workers & personnel, the tragedy that engulf us all, you have permission to print my enclosed article. Posted in Internet, Feb. 01.2003 Updated 09/04/2009
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